Cuatro claves para una vida de milagros

22.08.2012 16:01

 


Dios puede hacer mucho con lo poco. Solo basta que depositemos nuestra confianza en Él y tengamos la certidumbre de que es Aquél que todo lo puede.

1. El Señor Jesús se preocupa por las necesidades de Su pueblo:

Es interesante notar que después de largas jornadas escuchando las enseñanzas del Maestro, Él estaba preocupado por el bienestar de la multitud de seguidores. "Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: --Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino. "(Mateo 15:32. Nueva Versión Internacional).

¿Puede apreciar el profundo contenido de estas palabras? Son las mismas que saldrían de labios de un Padre amoroso preocupado por sus hijos. El cuidad de los más mínimos detalles. Conoce la situación difícil que enfrentamos y desea intervenir. Sin embargo es necesario que clamemos a Él en procura de ayuda.

2. El problema: la razón humana sólo mira las limitaciones:

Cuando a todo lo que ocurre alrededor, y en particular en cuanto a los problemas, le aplicamos la lógica humana, nos asaltará el desánimo y la palabra "Imposible" es probable que aflore una y otra vez a nuestros labios. Esa circunstancia se produjo entre los discípulos del Señor Jesús cuando oyeron que la misión inmediata era la alimentación de decenas de personas.

"Los discípulos objetaron: --¿Dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para dar de comer a toda esta multitud?"(Mateo 15:33. NVI).

Dios puede hacer mucho con lo poco. Solo basta que depositemos nuestra confianza en Él y tengamos la certidumbre de que es Aquél que todo lo puede.

Comprendo que puede estar experimentando una situación compleja, pero también me asiste el convencimiento de que no constituye nada imposible para nuestro amado Señor.

3. Sólo basta confiar, Dios obrará milagros:

Aunque en criterio de cualquier ser humano unos pocos panes y peces no servían en absoluto para satisfacer el hambre de decenas de hombres, mujeres y niños, cuando sometemos al Señor esa situación que nos inquieta, todo cambia.

"--¿Cuántos panes tienen? --les preguntó Jesús. --Siete, y unos pocos pescaditos. Luego mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos. Éstos, a su vez, los distribuyeron a la gente."(Mateo 15:34-36. NVI).

¿Considera usted que con hechos portentosos como el descrito por el evangelista, hay algo imposible para Dios? En absoluto. Por esa razón aquello que está requiriendo, se cumplirá si va al Señor en oración. No cese de clamar.

4. Si esperamos en Dios, Él responde:

Todo cuanto necesita nuestro amado Padre es que le permitamos tomar control de los problemas y necesidades que enfrentamos. Cuando lo hacemos, dejando de lado toda sombra de duda o de autosuficiencia, Él responde. Así quedó testimoniando con el mover maravilloso que produjo Jesucristo en aquella multitud.